sábado, 26 de diciembre de 2015

EL COSMOS DESDE UNA VISIÓN METAFÍSICA


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Según el Principio de Eternidad, el tiempo y el espacio son una mera ilusión. Estas dos dimensiones son la apariencia de un mundo virtual y por ende no verdadero. Por lo tanto: La Realidad es Única, Eterna e Inmutable. Lo Eterno es, a la vez, pasado, presente y futuro. Siendo así, siempre, representa el Presente. Es decir: el aquí y el ahora. El Eterno Presente.
 
Desarrollando este fundamento, el concepto de Cosmos, se puede llegar a abordar desde múltiples perspectivas: astronómica, filosófica, religiosa, metafísica, astrológica, física... En este caso nos centraremos, exclusivamente, a partir de una visión estrictamente Metafísica. Y, dentro de la misma, desde dos ópticas (no esencialmente excluyentes, pero sí) complementarias:

Ø  Para un teísta (todo lo que existió, todo lo existente y todo lo que existirá) se revelará como Dios: "Yo soy el que soy"; existo por mi voluntad  de existir y de seguir, eternamente, existiendo. Desde antes del inicio y después del final. Se podría llegar a equiparar al primigenio Itemu egipcio (helenizado Atum) o al Brahman hinduista. Las dos representaciones deíficas poseerán atributos comunes tales como: pensamiento primordial, absoluto, "alfarero", expansión, hacedor y potencia inmanente.

Ø  Para un espiritualista (no necesariamente teísta pero sí, probablemente, gnóstico) se expresará como el Ser, el Todo y/o Consciencia Cósmica.

Pues, en los dos casos, es una automanifestación sin principio ni fin. Ocupa todo pensamiento. Es atemporal. Y es la Eternidad.

No obstante, en nuestro mundo antropomórfico; fruto de unos límites (pre)establecidos, el Cosmos ocupa todo espacio y todo tiempo.

Sintetizando todo lo anteriormente expuesto, podremos llegar a plantearnos las siguientes preguntas o reflexiones:

Ø  ¿El Ser y Dios es lo mismo?

Ø  ¿El Ser y el Cosmos es lo mismo?

Ø  ¿El Cosmos y Dios es lo mismo?


Si seguimos fielmente las directrices de este pensamiento superior, diremos que:

Ø  El Ser es Uno.

Ø  La Unidad es el Todo.

Ø  Todo es Cosmos.


Por todo ello:

Ø  No hay nada fuera del Ser.

Ø  El Ser es el Todo.

Ø  Cosmos es Todo.


Como pincelada final, Vacio y Plenitud, son fases circunstanciales, dentro del Ser, que tienen que ver más con estados (mentales) de ánimo del microcosmos (la PERSONA) que con todo lo que nos envuelve y/o condiciona: la Naturaleza y/o Universo. Y, por último, ¿qué es la nada? En la pregunta se haya la respuesta.

En conclusión: el Cosmos no es como lo vemos, ni como lo percibimos. Somos parte del mismo; somos su alteración; somos fragmentos de una consciencia superior; somos su pálido reflejo y somos una imperceptible ilusión.


El presente es Eterno, no así nuestra existencia: minúscula y efímera



Santiago Peña



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