domingo, 31 de diciembre de 2023
SÓLO LA DIVINIDAD PUEDE OSTENTAR LA SABIDURÍA
domingo, 3 de diciembre de 2023
LO OCULTO Y LA LUZ
Lo Oculto, es la pura condición de algo (preservado) en todo su esplendor; ¡es Luz en toda su plenitud! -¡No hay nada de contradictorio en esta esotérica afirmación!- De igual manera que el aparente brillo de algunas formas define una falsaria luminosidad. Por lo que, lo Oculto, es aquello que se debe preservar. Es esencia íntima y recóndita. Es conocimiento sin mancillar y es Sabiduría Transcendental. Y es lo más preciado del ser humano.
El origen de una cosa siempre es verídico. Del mismo modo que el final
de la misma también es verdadero. Por lo que el (primer) advenimiento de esa misma
cosa es “hija” y, por ende, causante
de Luz.
Y su prevista (aparente) desaparición es motivo de ocultación (de la Luz),
pero no de su (real) desaparición. Desde el mundo de la Realidad de las Cosas, la
Luz
jamás podrá desaparecer. A lo sumo se ocultará; se esconderá pero, en ningún
momento, se desvanecerá…
Somos Luz, somos el Todo y somos la Unidad
Motivo de ello, la Luz es testigo preclaro del origen
de toda existencia… Somos existentes cuando hemos sido “bañados” por la Luz. Es decir: nada puede existir
fuera de la Luz (tanto material como espiritual)… Es por ello que, la
futura madre (parturienta), “da a luz”: desde una “oscura” concepción, ocultada a los
demás, somos iluminados por la misma maternidad.
Somos el Alfa y el Omega: principio y fin de todas las cosas
Al ser nuestra mente, e imaginación, superior al infinito
universo, en nuestra alma, tenemos las respuestas de ese mismo universo. Por lo
que no hay que buscarla fuera de él. Por todo ello somos una representación
exacta; un espejo del cosmos… Somos miles de millones de microcosmos para
acabar siendo el mismo cosmos al que decimos representar. EL día que conozcamos
nuestra esencia seremos, y tendremos, la clave para conocer el universo.
Somos universo y está en nuestro interior
Santiago Peña
sábado, 17 de junio de 2023
ACERCA DE LA ETERNIDAD
* * *
Venimos de la Eternidad y volveremos a la Eternidad
La Eternidad, como el no-tiempo y el no-espacio
El no-tiempo y el no-espacio no significan que sean la nada. Por lo que, la Eternidad, es el no-principio, es la no-sucesión de las cosas y es el no-final. Entonces: ¿qué es la nada? La nada solo puede ser entendida dentro de un (supuesto) tiempo y de un (supuesto) espacio, en los que ya se sobreentiende que no es posible su sola mención.
De la nada, por mucho que nos aproximemos a ella, no puede surgir nada (existente). Es decir: la existencia. Por lo que no puede haber un origen ni un final. El llamado Big-Bang es el principio del (actual) universo conocido, en el que nos movemos e interaccionamos. Pero, antes que éste, hubo millones de universos que le precedieron (Big-Crunch) y, con posterioridad a éste, que le precederán.
Por lo que, tiempo y espacio, no son verdaderos ni eternos. En cambio, la Eternidad es la verdad absoluta. Porque toda verdad está más allá de cualquier tiempo y de cualquier lugar.
El círculo, como representación geométrica, y perfecta, de la Eternidad. El mito del “Eterno Retorno” (Ouroboros) y el símbolo del Infinito, como su otra expresión.
Otro aspecto de la Eternidad es su permanencia en distintas circunstancias. La Eternidad, a sí mismo, como: “el aquí y ahora”. Sin tiempo y sin espacio nada puede ocurrir y en el caso hipotético que algo ocurra todo se producirá a la vez: ocurrió, ocurre y ocurrirá.
Brahman y el alma eterna de cada uno de nosotros
En los textos sagrados hinduistas se señala al Dios cósmico Brahman (no confundir con el dios menor Brahma, o con la casta Brahmán) como lo absoluto, la perfección, el todo, la unidad, transcendente, la potencia primera, el equilibrio, lo eterno, inmanente, no dual (o asexual) y causa eficiente del universo; en tanto que, a nivel de microcosmos, su correlato es el alma única y perpetua de cada uno de nosotros. Por lo que, se sobreentiende que, antes que él “no había nada”. Es, por tanto, germen de toda existencia y eternamente existente.
Por lo que: Brahman Es. Es decir: en la Eternidad nada puede ocurrir; se vive en el equilibrio permanente, en una incólume quietud y, por tanto, en la absoluta Perfección. Siempre ha estado, está y estará.
Es por
ello que: nada podrá haber antes que Brahman y nada podrá perdurar después de
Brahman.
En un fragmento de estos mismos textos, más o menos, viene a decirnos que:
Cada qué vez que Brahman inspira el universo se regenera (se destruye) o se transforma; se inicia un nuevo ciclo cósmico: implosiona (concentrándose en un punto de espacio 0 y masa infinita) y, acto seguido, expira; explosiona (a partir del punto 0) así “ad infinitum”.
Por lo que, si aplicamos la lógica, y algo de imaginación, podríamos decir que:
Hay tantos “comienzos” (Big-Bang) y “finales”
(Big-Crunch),
como
imperecederas respiraciones tiene Brahman.
Y, por tanto, incontables universos, unos
dentro de otros, y en innumerables dimensiones.
En
definitiva: formamos parte del firmamento y, a la vez, somos “creadores” de incalculables mundos, porque nuestra mente es la
síntesis de la suma de todos los universos; los conocidos y los por conocer…
Este Universo es consecuencia de la última de las ilimitadas respiraciones (expansión-contracción) de Brahman, el Ser.
Como pensamiento somos, y representamos, la inconmensurabilidad del cosmos…
¡Somos una pura ilusión!
¡Somos Eternidad!
Santiago Peña
* * *